La piometra es la afección uterina más común en perras que han alcanzado la madurez sexual. También aparece en gatas adultas. Se trata de una infección secundaria, no contagiosa, debida a la conjunción de varios factores: el aumento de progesterona tras el periodo de celo, ciertos cambios morfológicos del endometrio y una infección bacteriana oportunista. El tratamiento de esta enfermedad es urgente, ya que su pronóstico dependerá de la rapidez y eficacia de la terapia aplicada.
Los signos clínicos:
Descarga vaginal de material maloliente. Sanguinolenta o purulenta (Cuando se trata de una piometra ABIERTA. En caso de que sea CERRADA, este signo no se apreciará.)
Anorexia, apatía.
Fiebre.
Poliuria y polidipsia.
Vómitos, diarrea.
Distensión abdominal ( piometra CERRADA).