El hiperadrenocorticismo o síndrome de Cushing es una de las enfermedades endócrinas más comunes que ocurre principalmente en perros de mediana edad y de edad avanzada.
Este síndrome ocurre como resultado de un tumor, a menudo benigno, en la glándula pituitaria (más común) o la glándula adrenal (menos común) y se asocia a un exceso de producción de cortisol.
Esta producción excesiva de cortisol tiene un impacto negativo en el cuerpo de su perro y, si no se trata, su perro corre un mayor riesgo de desarrollar otras graves enfermedades.
Los signos más visibles del síndrome de Cushing incluyen:
• Micción excesiva (exceso de orina) con posible incontinencia
• Excesivo consumo de agua
• Apetito voraz
• Jadeo excesivo, incluso en estado de reposo
• Pérdida de masa muscular y debilidad
• Infecciones frecuentes del tracto urinario (cistitis)
• Estómago prominente o barrigón
• Letargo
• Pérdida del pelaje, piel delgada e infecciones recurrentes en la piel.
En esta enfermedad es muy importante el tratamiento y seguimiento, para ello se llevan a cabo controles específicos a lo largo del resto de su vida.