Se trata de un proceso ulcerativo muy doloroso, que afecta a los tejidos que están en contacto con la saliva y la placa bacteriana: encías, mucosas, arco glosopalatino y paladar blando.
No hay una única causa responsable del desarrollo de la gingivoestomatitis. Se cree que el origen se encuentra en una alteración del sistema inmune local (IgE, IgA, IgM presentes en la saliva) que ante la presencia de uno o varios estímulos antigénicos crónicos responde de forma exagerada. Los estímulos antigénicos crónicos presentes en la boca y que inducen la respuesta inmunitaria exagerada son:
– Placa bacteriana
– Enfermedad periodontal
– Proteínas alimentarias
– Calicivirus
– FORL (Resorción odontoclástica felina). Enfermedad de aparición en los años 60. Consiste en la desaparición progresiva del tejido dental debido a la acción de los ododontoclastos
Se trata de una enfermedad difícil de tratar, el objetivo principal suele ser controlar el dolor, ya que estos animales dejan de comer con facilidad. En cuadros graves incluso suele ser necesario extraer todas las piezas dentales.